-La madrugada del 4.
-No puede ser eso es demasiado pronto,
ojalá pudiera ir contigo.
Me da rabia que me dejes, que te vayas, que no pueda ir a despedirme, que no nos volvamos a ver y estaremos tan lejos... Creo recordar que cuando alguien se va otro alguien se queda y se queda ahí, solo, quieto, viendo con impotencia como la distancia se alarga, como los días se expanden, me da miedo dejarte ir, oportunidad, te me escapas y, maldita contradicción, no quiero atraparte. La verdad es que quiero que te vayas y que no mires atrás para ver si estoy porque ya me habré ido, aunque yo miraré con nostalgia el momento en el que te pierda para siempre.
Que duro, cuando se ama a una persona y tienes que dejarla ir, ese es un verdadero amor, el que te deja para que puedas prosperar :)
ResponderEliminarEspero que también sigas mi blog, byeeee xD
ResponderEliminarDejar marchar la vida es aferrarse a la muerte. ¿Realmente se deja marchar, o sólo le decimos adiós por encima del hombro?
ResponderEliminarmas bien lo segundo
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