Nada sale de mi cabeza, no soy capaz de producir nada, excepto una voz chiquitina e incordiante que no se calla dentro de mi cabeza, no sé lo que dices, pero cállate, que haces ruido y algunos queremos dormir...
No sé qué siento, estos días agridulces no me sientan nada bien, excepto porque al final siempre son dulces... y me encanta que te despidas con un beso y caminando de espaldas para no perderme de vista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario