Páginas

miércoles, 22 de junio de 2011

Los días seguían huyendo del alba y ella se escondía tras una esperanza, encarcelada en su mente. Moribunda sensación de estar viviendo algo que la hace feliz, pero el coma no acabaría aún, le quedaban las fuerzas suficientes.Hacía correr por su mente fragmentos de personas, de vidas, de sueños y también de amargas pesadillas.
La música irlandesa se te clava dentro, igual que el jazz o el soul, y ella camina, sigue hacia delante, con los ojos cerrados, confiando ciegamente en sus esperanzas y en que la música le guíe, le guíe hasta un lugar mejor, hasta el lugar que ella anhela y volver a abrazarlos como si se le fuera la vida en ello.


No hay comentarios:

Publicar un comentario