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sábado, 15 de octubre de 2011

al fin y al cabo..

Amanece y no quiero que este día se amontone, siempre me pasa lo mismo..
Abres los ojos, miras el techo, o la pared o el suelo... no hay nada, ni siquiera alguien, es perfecto. Y pienso en ayer, pensé en lo que tendré que hacer hoy, continuar con ayer. No sé por dónde queda esto, ¿dónde estoy? ¿acaso vago? ¿acaso no llevo rumbo? No, sé muy bien  dónde estoy, o al menos eso quiero creer. Todas estas preguntas retóricas no sé si tirarán de mi haciendo que finalmente desemboque en el sitio justo, pero.. ¿y si por ahí no se va?, no tengo flechas en forma de mano que me indiquen la dirección, pero si estoy aqui es porque yo he querido y si lo he querido debe de ser lo correcto. 
A parte de esta inservible confesión a mi misma y a todo el que se digne a leerme, no tengo nada más que ofrecer, no pido nada a cambio de nada, yo doy, por el placer de saborear la esencia de una carcajada o de una sonrisa o de una mirada o de algo que tenga esencia. 
Todo marcha el el rumbo justo y preciso; el que yo he elegido.

Me he curado.






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