Macarrones con tomate

Guardarás todo esto en una caja, en un cajón escondido bajo el mantel de una mesa o quizás solo lo guardes dentro de ti.
No podrás estar siempre con mamá, con papá, con tus hermanos, con tus amigas viendo pelicula tras pelicula y atiborrándote a pan con chocolate mientras te abrazan, no siempre podrás tener el sonido tranquielizador de sus voces que te recuerdan que estás en casa.
Nadie preparará nunca los macarrones con tomate como lo hace Mamá, y nadie te contará historias como las de Papá antes de ir a dormir, nunca jamás nadie tendrá un pelo tan bonito como el de tu hermana y tampoco conocerás a alguien con una personalidad tan fuerte como la de tu hermano.
Nunca volverás a ver a tu abuela pero su recuerdo seguirá ahí tirando de ti, recordandote que cuando ella se fué lo hizo habiendo cumplido su misión y que ahora tú debes cumplir la tuya.
Solo tienes quince años pero te has dado cuenta de que la vida no es como la pintan en las películas, que nuestro paso por este mundo no consta de vivir ciertas escenas bonitas consta de saber guardarlas.